domingo, 20 de noviembre de 2016

Ponle música al 22 de noviembre

“La vida es una equivocación”. Esta frase, que el biólogo de la NASA Ken Nealson ha repetido tantas veces, vuelve a ser certera. Y es que si Santa Cecilia es considerada, hoy en día, patrona de los músicos, no es más que por un conjunto de improbabilidades y equivocaciones.
En realidad, lo que conmemoramos el 22 de noviembre de cada año es la muerte de Cecilia, una pobre ciudadana de Roma, que fue torturada y tres veces degollada por practicar la religión cristiana allá por el siglo II. La primera casualidad que se une por el camino es que Cecilia, que era una mujer especial, convenció a su marido para practicar una religión entonces vetada. Más tarde, esto le llevó a ser cruelmente torturada, pero por una especie de bendición divina, Cecilia se resistió a la muerte incluso cuando le degollaron, teniendo el verdugo que recurrir al hachazo en tres ocasiones. Aun así, Cecilia, ahora Santa, tardó más de un día en fallecer.
La terrible historia de Cecilia se conoce gracias al descubrimiento en el siglo V de las Actas del martirio de Santa Cecilia. Y aquí comienza la segunda casualidad. Quien fuera que fuese el que intentó traducir aquello cometió un pequeño error que nos llevará a otros sucesivos. Así, al interpretar lo que los códices hablaban de la tortura de la humilde señora, parecer ser que tradujo por confusión la palabra “fuelle”, referente a uno de los mecanismos e instrumentos utilizados para torturarla, por “órgano”. De esta manera, se creó la imagen de una Cecilia que tocaba el órgano (instrumento similar al piano) mientras era torturada.
Diez siglos más tarde de aquella equivocada interpretación del pasaje, los pintores de la época empiezan a retratar, a la ya Santa Cecilia tocando el órgano y otros instrumentos musicales. Poco a poco se iba convirtiendo a ojos de los demás en una apasionada de la música sin quizás serlo. El conjunto de tropiezos hacen que, finalmente en 1594, el Papa Gregorio la nombre patrona de los músicos.
Más tarde, una vez conocido todo este entramado, la Iglesia tuvo que dar explicaciones del atributo otorgado a esta figura y acabaron por defender que en su alabanza a Dios, Cecilia cantaba.
Confusión tras confusión, llegamos hasta el siglo XVII cuando la Sociedad Musical de Londres comienza a celebrar su ya anual “Día de Santa Cecilia” con festivales de música donde participan los más grandes compositores y poetas británicos.
Aunque desde 1985, en Europa contamos con el Día Internacional de la Música que se celebra cada 21 de junio, el 22 de noviembre sigue siendo una fecha marcada en el calendario musical. Por eso no es de extrañar encontrar una programación especial en torno a esta fecha para conmemorar con música la muerte de Santa Cecilia.
Sea nuestra patrona o no, y dejando a un lado las santificaciones y la religión, no está de mal aprovechar los tropiezos para crear bellas oportunidades, como la que nos brinda esta festividad, de reunirnos entre los que amamos la música y disfrutar de ella.